Muriel: el aparatico y la milésima de segundo
Henry Miller |
Segundos de consulta,
Segundos en la camilla de una clínica,
Segundos que sumaron a la inquietud.
Sacarse el aparatico era la premisa de aquel
caluroso día de agosto
Liberación de progesterona: cambios de humor,
Nerviosismo, ansiedad.
Imprescindible para aquella desaliñada chica
caribeña, quitarse el instrumento
.
“Retirarlo porque
quiero”
“Porque lo siento”
“Porque lo decidí”
Muriel, se movía nerviosa en la cama de
la clínica, mientras la doctora desconocida para ella, le invitaba a
tranquilizarse. Había evitado ir a su ginecóloga de cabecera, pues
quería extraer el dispositivo de su cuerpo, sin tener
que dar muchas explicaciones; un nerviosismo que no era extraño, se apoderaba
de una Muriel que ansiaba por sacar ese artefacto de su cuerpo.
La doctora tratando de calmarla,
le aseguraba que todo estaría bien luego de aquel
proceso, con la recién conocida doctora hablaban del: calor, el
calentamiento global, el activismo social, feminista, y de repente, como,
un lanza granadas, justo en ese instante del pasar de una palabra a otra,
con un tono; suave, seguro, acogedor, cómplice: la doctora le pregunta: ¿Cuánto
tiempo tienes en el país Muriel?
Una fracción de segundos en la
cabeza de Muriel: “¿Qué?- ¿y esa pregunta? - ¿Cuál será la forma de saber
que eres de otro lugar? ¿Qué tiene eso que ver en esta conversación?
-“Manita coge un carrito y devuélvete, te pásate” - ella se equivocó y va a
rectificar”.
Doctora: ¿Qué cuánto tiempo tienes en el país?
Muriel: ¡Eee, toda la vida, doctoraa!
Doctora: Bueno, me pasa también, a veces me preguntan si soy de aquí, por
el cabello así natural y un poco desaliñado.
Dedicado a: Katherin Jaime
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