La Historia de Amelia Y sus encuentros Con Csanmartin

Las odas al pasado de luces sobran.  La composición poética de los que  encallan  soy. Las alabanzas a   l a     fantasmal   estirpe, que les   antecede: más bien delirio, deseo imaginado en este presente de añoranzas.  No soy estrella , n i hija, ni nieta de ilustres.  Soy prieta, barrial.  Vengo de los recónditos callejones, d e barriadas sitiadas; d el linaje   de borrachos delirantes: noctámbulos de barras, paseadores   de media noche. Del oeste, e l sur, d e callejones sin salida.  30 kilómetros pa dentro:   m arginales iletrados, o radores etílicos, a miguitos indeseables del Dios de la fiesta y el bembé , o rates de media noche.  Soy de donde el humo, las armas largas empujan sueños, evocan pasados . De la sentida siempre fiesta de esta orilla y olor que despide la butifarra a la media noche . En mí,   legado de años a ritmo de la música   en los “carrandales”, por los suburbios, al son de poesías cotidianas ,  muchas vidas fundidas en esta  orilla.  Las ap

Has subido un poquito de peso Pero te quiero Eres No eres Antes te veías mejor Te has descuidado un poco: pero te quiero Antes eras más bonita Me haces sentir seguro, en la ambigüedad de mi existencia Por eso te quiero. “No puede ser que no me quieras; soy un buen partido mujer, todo un galán “ Gritas mucho, en tus redes escribes demasiado: ¿no te da vergüenza exponerte tanto? “La gente no tiene que saber cosas de uno, hay que vivir así: haciéndote el misterioso, ambivalente, pues tú no sabes donde terminaras “ Eres una mujer extraña Incomprensible Te estoy ayudando y no te dejas No eres tan negra “Tu boca es   española, no eres tan negra   “ Pero te quiero ¿Cómo que no me quieres? ¿Quién eres tú para no quererme? Extraña mujer “No puede ser que no me quieras; soy un buen partido mujer”