La Historia de Amelia Y sus encuentros Con Csanmartin

Lawrence Zuñiga Algo huele mal en esta ciudad Algo apesta,   al caminar por las calles, en medio del embotellamiento, en las narices de todas   Un hedor que revuelve las vísceras. Santo Domingo hiede No sorpresa para nadie. Cuerpos putrefactos en plena vía Aguas residuales Basura a granel. Te rasgas las vestiduras, han violado el símbolo patrio y mientras sueltas arengas fervorosas, te tapas la nariz pues el camión que limpia sépticos se le zafó una manguera en plena vía. Descarga pestilencia cerquita de tu boca. Ninguna autoridad municipal aparece mientras la ciudad se envuelve en la barahúnda y el bajo.

Insistiendo en adorar estatuas .  Continúan reclamando un pasado que reniega de ustedes, nosotros Persiste la añoranza. Añeja, pusilánime Rancia como la masa de pan que vendía el bossale en aquel ranchón, que, insistía en llamar pulpería. Perdura en el tiempo . Se eterniza la melancolía trasatlántica, ultramarina. Evocaciones, que acallan las voces,  los ecos de la resistencia en los montes y carrandales.   Mackandales sobrevuelan la isla.  Manbosas que bautizan a fuego espíritus sedientos de emancipación. El fuego purificará la blasfemia de siglos. Y mi lengua se mimetizará con otras, pasadas. Prenderemos al estilo de nuestras antecesoras.

Tuve un tiempo difícil El sistema educativo me era hostil La barriada me era hostil La casa me acogía y era el refugio para huir del mundo. Me eran hostiles las miradas Las reuniones: esas donde comes y bebes y todos te observan Algunos te aconsejan Otros se ríen. Tuve un tiempo difícil De marcas Acosos, miradas furtivas. La escuela me era hostil . Esa morena x No e culta Rara a la novena potencia . De amores fallidos miradas inquisitivas y risas en las esquinas. Las canciones me acogían. Igual,    ese tiempo me volvió hostil Taciturna: como la hija menor de Juan pachanga Fiesta y luego el maquillaje corriendo por el rostro al amanecer. Tu prima tiene problemas mentales Tu sobrina e loca Tu nieta e rara Mi hija está atormentada.

Descubrimos   Un día develamos Que las ansias, los sueños y deseos de revolución Eran ansias, sueños y deseos de las mismas cosas Las otras Las de siempre . Y caminas por   el barrio de todos los días, escuchando el bullicio de los comunes: los piropos del mecánico, la queja de la vecina en el mercado. "Demasiado muy consciente soy estos  proletarios , mis proletarios , los de siempre". El lumpen que no entiende nada. Aquellos sueños emanados de  las botellas de cerveza y el humo verdoso en los parís del otro lado de la ciudad, donde se mezclan; campesinos, suburbanos, barriales, y jevitos,   subversivos de   nocturnidad y fiesta . Descubriste eran anhelos frustrados Ilusiones de quienes no querían abandonar el privilegio Quimeras,  de quienes querían emborracharse con los licores de franquicias. Y los miramos Escuchamos Sentimos en nuestro cuerpo la indignación de otros, nuestra indignación representada en cuerpos impresentables

Lawrence Zuñiga  Epígrafe: ya no viajo del sur al centro, el carrito público toma otras vías, alternas. Ya no soy más la amargada transeúnte de una ciudad agobiada, taciturna,  una ciudad víctima de la modorra y el desencanto. "En tiempos de dictadura ". 21 de noviembre de 2018 Un hombre con un martillo en los hombros, una ciudad caótica y ensimismada. El chófer que lo cuestiona todo y unos merengues de los años ochenta acompañándonos en el trayecto del sur al centro en un carrito público. Calurosa y gris mañana de noviembre que me recuerda la llegada de nuevos tiempos y las tristezas de las despedidas prematuras. Una algarabía, qué es habitual se manifiesta en nuestras calles, en el ínterin reflexionaba y me despedía entristecida en el devenir, acompañando en la distancia cuerpos tempranos que pasan a otro plano. 12 de noviembre de 2018 Un chófer a toa Un tapón de esquina a esquina La mujer que abre la puerta en medio de la calle, la

Tengo sueños recurrentes, me debato entre no dormir o dormir demasiado. Un día puede ser una gran noche, la noche una larga fiesta y luego el dolor y la culpa por la extensión de tiempo pérdida ganada, quien sabe: soñada, fantaseada. Entre dos cosas forcejeo, dos mundos, dos vainas, un combate cuerpo a cuerpo: noche y día, día y noche, presencia, ausencia. Realidad versus ensoñación. Tengo sueños recurrentes; en la calle, a la vista de todos, existo en la mente, soy quien quiero ser, tengo lo que quiero. Lo que nunca tuve, lo que Perdí También lo que anhelo Sueños recurrentes, que evocan imágenes, texturas y sabores.

Freda Quiero mirar   lo vivido, como un punto de quiebre en la historia de la isla. Nuestra isla. Un momento importante, álgido, donde el agua entró a lugares insospechados: limpió y luego se escurrió. Lo quiero pensar,   como ese episodio   necesario en la historia nacional,   el evento, que trilló el camino en la constitución de nuestras individualidades siempre   atadas a las mitológicas concepciones del espacio vital   que nos tocó. Como Ella, que iba tras “el gran Toro” poseída con ganas de bebérselo todo. Quiero pensarnos en otro plano. Imaginar, que sentimos lo sagrado en esta corporeidad. En tiempo mítico  En punto de… Otro tono, como una historia, que por lo siglos de los siglos se sigue, seguirá   repitiendo en otras carnes. Imaginarnos, como legado de esas historias cimarronas, olvidadas por los relatos oficiales.

Hace unos días, muchos días por los camino adolorida    Aquellos , otros días, esos días Tantas lunas hacen Tantos soles ya fueron Y  hoy , sospecho de este día  Desconfío de mí en estos días Tengo recelo de los días, de mí , mis sensaciones y otra ves los días   Nuevos sones, canciones en otro tono.  Días: Soleados Lluvioso Calurosos Mojados  Estos días raros  Ausente las sensaciones pasadas Y yo, sigo sospechando de este día

Somos promotoras del desacato. Fuego de los  tiempos Desde tu   esquina,   conjeturas… vanidad,   jactancia.   Presente   imprudente, pasado insistente. Fugadas del centro. De las presunciones ultramarinas. Nos creemos : corredoras de caminos (confundiendo al enemigo, en las calzadas maltrechas y empedradas).     "La maldita palabra"  Bregando un decir cimarrón. Crónicas   de un tiempo que fue, que es, que va a ser. Buscadoras: dimensionando la existencia. Brujas. Lugaruas. Bocó. Hijas del fuego libertario, del bembé. De la candela. Sobreviviente de los Manieles. Animas de agua y aire. De lengua y voz.

Ojos claros, mirada furtiva y voz chillona,   por allá por los años noventa, había llegado a la barriada como paracaídas Ramona; del Cibao a un sector de la parte alta de la ciudad , de esos, que la gente de este lado decíamos “ ese, ese es un barrio caliente ” y luego, a un recóndito paraje de la zona Oeste. Alta Flaca Ojos claros Un pelo color amarillo. Todos la llamaban;  La rubia de la calle Cu. Su vocecilla taladraba corazones   y al verla, esos mismos   corazones periféricos sentían haberlo visto y escuchado todo. Ramona dejaba el babero a su paso: “diva de los mil mundos “gritaban los tigüeres, vuelto locos, “Rubia   tu si ta buena”   "Sácale cédula bebé"    Y se   movilizaban los odios más encarnados en   las chicas de la comarca, cada remeneón de las   caderas de Ramona en su andar por las maltrechas calles, de un barrio nombrado  El Resbalón (tropezabas en la entrada del lugar y fácilmente caías a orillas del río Haina) despertaban los

Vivir Fluir Estar Frecuentando   lugares en la memoria, terrenos de abstracción   En el entretanto: alternando entre el querer y el ser Viajes de evasión Espacio   de disputa, de relaciona-miento Tratar,  como deber, venciendo el dolor, la guasa que paraliza Domando el frío invierno caribeño   en mis ojos. Una existencia de ironías Fugas Escapes:   por el interior de un cuerpo que se sostiene, en  un presente de hostilidades   Vivir Fluir Estar Huir

"En este punto no sabia lo que tenia". Cada  vez que el profesor de Matemáticas entraba al aula de cuarto año de bachillerato en el Politécnico  las América yo sentía un estruendo en mi corazón y es que mis encuentros con esta materia trascienden a un pasado tormentoso y lejano. En la primaria me ponía histérica cuando veía los números, sentía que no podía, que el mundo se derrumbaba a mis espaldas, a menudo me parecía que la locura se apoderaba de mí, luego de gritos, peleas, con mi padre, mi hermano, o algún tutor resolvíamos la ecuación y los mareos pasaban. Siento que esas sensaciones determinaron todo lo que haría luego, en la universidad y en mi vida. Al llegar al bachillerato la situación no mejoraba, siempre era víctima de los profesores o profesoras, quienes no entendían tremenda brutalidad y aquel pánico irracional, y me referían a los psicólogos de la escuela quienes tampoco podían hallar la solución a esa posesión maligna. En medio de l

Era una época difícil para,    impúberes, niños que comenzaban a vivir, a conocer, también un tiempo de auge de las empresas de zonas francas, promesas de crecimiento económico y desarrollo    para habitantes de las orillas. Luisin vivía allí  antes que la industrialización: corría por aquellas callejuelas como el patio de su casa, con el arribo de las empresas, la zona    comenzó a    crecer    en términos de población, de chiripeo    y formas varias de subsistencia. Madame Yirubi, con peluca, ropas extravagantes llegó a la zona, junto a la industria , en su oficio de aliciente para noctámbulos. La Madame de las noches, la Madame de trabajadores, la madame de la Isabel Aguiar. Trabajo esforzado    en el día y las noches: luces de colores, dormitorios, ventas nocturnas, sapa tacones, afros y pantalones de pata ancha. Llegaron, pese a los autobuses que salían del Liceo    a manifestarse en contra,    los jóvenes estudiantes de la época,    hablaban del peligr

Luis Méndez Me intuyo como una legión de  caballos , un tropel en desmandada, insolente. Multitud altamente reactiva. En medio de una ciudad alborotada hay un espíritu  multitudinario , buscando asideros ,  caminos. Explorando  lenguajes  propicios , qué expresen todo lo que fue,  lo que puede ser . imaginando  una poética de  locura , del día a día , del ser cotidiano , una poética de caballos desbocados :marginales , nombrados salvajes. Encabritados, sedientos , queriendo ser Me figuro  como una legión, en horda, siendo chusma ,  por la ciudad .

Luis Méndez. Me sobrepasa  Me supera  Años intentando estar despierta  Vencer el sueño Amar el sueño Horas muertas en los brazos de morfeo o mejor dicho , en los brazos de alguna diosa caribe del sueño . Horas vivas donde puedo ser lo que quiera , donde soñar cobra vida y sentido. He dormido tanto en este trayecto que aveces confundo una cosa y otra

“El conocimiento profundo de la forma en que nos relacionamos y las mierdas que votamos en ese trayecto, me toca el culo, me lastima. Nos envilece ”. Tengo un dolor que deviene rabia Dolor Anomalía  Frustración Puntazos en el   estomago salsas mal bailadas pensamientos más allá del tiempo   Peñonera en plena calle sensaciones dismorficas. Quilles no resueltos. Lengua desbordada Rabia incontenida El exceso de ver y saberse,   pide sordera, ceguera: una vaina que permita, fluir…………. Tacto Sensibilidad Ciudad fría y apartada que apacigüe un cuerpo caribeño

Reincidió en la  manía de recordar y repetir, repetir, repetir Vivió en una euforia constante, embriagada de olores, colores,  de tiempos otros  Perdió cosas , ganó otras,  en ese camino se encontró. Aquí yace el     histrionismo hecho carne, la energía desbordada de quien perdió todo temprano Afligida,  parloteó, cacareó    hasta que  se le quemaron  los dedos,   la garganta,   volvió a su  esquina en la soledad se  ocultó buscando lugar, asideros.

Por mucho tiempo estuve preguntando, c uestionando.   Vacilante mis sentimientos:    no hallaba respuesta   Algo se había desordenado , desconcertada y eufórica , andaba sintiendo otras cosas, Ávida de respuestas pasadas en un presente que exigía suceder. Amando como una loca y el pasado insistiendo  “O me quieres o me dejas “tarareaba en mi mente, recorriendo las oscuras calles del  inconsciente :frenética, con la violencia que sobreviene a las cosas no resueltas.  Todo había pasado y una nube etílica estaba sobre mi cabeza, había pasado el tiempo y necesitaba respuesta. Romo Fiesta, Reproches, unas lagrimas inexplicables y el mar de testigo. Todo cobró sentido.

Me quedo con la dicha que precede a los derrumbes. Con la calma,   más allá de la tempestad. La ternura que arrulla, las madrugadas en tu nariz. Me quedo. Con los arreboles que se divisan desde, el quinto, en un piso   improvisado de esta orilla Al sur la   mar. Y en el centro los arrumacos reparadores. Me quedo. Sobran razones   para permanecer: en tu pecho, espalda, piernas y brazos, que   mimetizados   con   tenazas, aprisionan   las tempestades.    Porque si, me quedo, porque este,   es el inicio, el principio,   luego del fin. Eterno retorno, catástrofes de otros tiempos. Los constates inicios. Y los días felices por llegar.

La hija de muchas mujeres Bastarda entre sombras Hija única de las matronas de otras estaciones El retoño de sensaciones ilegitimas. Heredera de muchas mujeres Obsceno andar: Hija natural Cuerpo espurio Presencia múltiple. Ensombrecida, con sombras Sustancia mixtificada Fruto de la ciega y el cuerpo una vendimia . Vaina rara: sucesora de farras Brote de otras experiencias: transmigración de muchas almas Hija única de matronas de otras estaciones

Algo pasa,   por las noches Algo fluye Destapadas   sensaciones; pasadas, presentes, futuras Cuerpos, cuerpas,   hijxs de la noche Algo se arrastra Algo vuela, Algo se atasca Hijxs de la noche Noches de espanto, la   furia sobrevuela, inapropiados cuerpos Algo se libera, en la oscuridad. Es la media noche de un día cualquiera y unos cuerpos noctámbulos se aferran a las botellas,   evocando sensaciones: pasadas, presentes futuras

Se hacen   espacio, los   sin lugar, sin asideros: vástagos relegados, hijos realengos del Dios del vino.       Abren caminos; machete en mano y cuerpo al aire. Rompen la espesura, abren pecho, tapan huecos. Sucesores indecorosos en boca ajena: Invaden   el matorral. Rastrillan la vereda, esos otros cuerpos, en avanzada , haciendo camino entre  la breña .

Se me ocurre escribir. Expresarme desde el no ser. Atravesar caminos establecidos, trastocándolos con mi presencia.     Desordenándolos   con mí esencia. Grabadas en  dedos experiencias, fluidas , emanadas de las periferias. De las afueras del espíritu, que,   erigido molde, nos fundió. Nos afilió, a las corrientes del querer ser.   Estampa de experiencias,otras, somos. Se me ocurre escribir de la cañada y el arrollo. De caseríos apretujados y los negros cuerpos ,  habitando.  Del bembé, chicharrones ,  las gotas de agua inundando  las callejuelas . De la carencia, tugurios y las largas fiestas , evocadoras de pasados. De la butifarra, los disidentes, bailadoras de media noche,la humareda expedida por las  industrias y el mal olor en el alcantarillado . Se me ocurre escribir.

Llegó con dibujos y canciones debajo de la manga. sonidos melancólicos y colores vivos. Buscando lo, que,   hacía tiempo había perdido en una callejuela de aquellas. Con la mirada lejana, bolsitas debajo de los ojos, tarareando una canción nostálgica . Con colores A calmar una tormenta, su tormenta. arribó como viajero. A cuenta y riesgo: las calles empedradas guardaban los pasos, que ansiaban por encontrarse. Inocentes trovadores. Llegó con aires de pasado, vuelta un vendaval La desesperación de quien había perdido la inspiración, las ganas. Con mirada hacia la nada, intentando huir, frenética, desesperada. Amaneceres frente a la playa: el tufo alcoholado y el desconsuelo devenido en fiesta.     Se toparon ,  una vez y otra vez. El tiempo no pasaba: se escuchaban canciones ,colores , para bailar. El tiempo no pasaba y se miraban: aquello fue un gran acierto. Llegaron   buscando lo, que,   hacía tiempo habían perdido en una callejuela de aque

Precedidos de farra y furor. Amaneceres. Anticipado exceso, oscuridad y música. antecedida fiesta, magia Amaneceres Mitigadores Amaneceres , que nos contienen en el agitado devenir de cuerpos “desasitiaos”. Ávidos buscadores. Cuerpos atormentados Vapor del agua y Polvo, comienza a clarear, los vuelve a iluminar el día . Pupilas abajo, nos vamos de bruces; conscientes,Inconstantes Inconscientes volvimos a ser . De día. Desgarrado el sueño de una eterna noche . Y nos da de frente No, volvimos a ser los mismos. A tientas por las calles , en busca de en un carrito público que nos deposite en las esquinas. Amaneceres, noctámbulos Trasnochados Amaneceres .

Las odas al pasado de luces sobran.  La composición poética de los que  encallan  soy. Las alabanzas a   l a     fantasmal   estirpe, que les   antecede: más bien delirio, deseo imaginado en este presente de añoranzas.  No soy estrella , n i hija, ni nieta de ilustres.  Soy prieta, barrial.  Vengo de los recónditos callejones, d e barriadas sitiadas; d el linaje   de borrachos delirantes: noctámbulos de barras, paseadores   de media noche. Del oeste, e l sur, d e callejones sin salida.  30 kilómetros pa dentro:   m arginales iletrados, o radores etílicos, a miguitos indeseables del Dios de la fiesta y el bembé , o rates de media noche.  Soy de donde el humo, las armas largas empujan sueños, evocan pasados . De la sentida siempre fiesta de esta orilla y olor que despide la butifarra a la media noche . En mí,   legado de años a ritmo de la música   en los “carrandales”, por los suburbios, al son de poesías cotidianas ,  muchas vidas fundidas en esta  orilla.  Las ap

Has subido un poquito de peso Pero te quiero Eres No eres Antes te veías mejor Te has descuidado un poco: pero te quiero Antes eras más bonita Me haces sentir seguro, en la ambigüedad de mi existencia Por eso te quiero. “No puede ser que no me quieras; soy un buen partido mujer, todo un galán “ Gritas mucho, en tus redes escribes demasiado: ¿no te da vergüenza exponerte tanto? “La gente no tiene que saber cosas de uno, hay que vivir así: haciéndote el misterioso, ambivalente, pues tú no sabes donde terminaras “ Eres una mujer extraña Incomprensible Te estoy ayudando y no te dejas No eres tan negra “Tu boca es   española, no eres tan negra   “ Pero te quiero ¿Cómo que no me quieres? ¿Quién eres tú para no quererme? Extraña mujer “No puede ser que no me quieras; soy un buen partido mujer”

Quisiera ser calmada, adecuada y normal Aveces respiro y me comporto como que no pasa nada y en el fondo huracán de magnitudes inimaginables , fuego que consume o consumirá todo. Quisiera ser tantas cosas; adivina, astronauta, científica, paranormal. Quisiera también ser buena escritora, hija, mujer, ser humano. Quisiera ser tibia, para confundir. Nos enseñaron a querer ser; pues se puede ser mejor, decía un profesor de una escuela donde pasé, nadie lo recuerda.   Obviamente éramos seres incompletos.   Obviamente la bondad no es mi fuerte. Beligerante: quille que me recorre la presencia , que me calcina. Gritarles coño: Envidiosos. Lambones Mareadores,   vendedorxs de sueño, pescadores en río revuelto, matadores de esperanzas. “Descuidistxs “ de callejones solitarios. “Nací en cuna de oro, solapadamente lo aviento, pero la humildad es mi fuerte, no privo de ello“ Asalariados   del capitalismo opresor. En los círcul

Bajo los efectos del gas carbonoso;   “te tienes que comprar un carro, Josecito tu ta tra”. Súbitamente  sucumbes    y  los gases inundando las calles de la ciudad. Una ciudad gris, a pabullada ,e mbotellada   y   acorralada. Súbitamente enfermedades: súbitamente te abruman los gastos: " No te dijeron Josecito,   que, un carro es como un hijo".  Anhídrido carbonoso para cuerpos “modernos”, e l "confort" de este tiempo,   trampolín donde brincan  los snob:   “sin una buena montura, tu no ere nadie, te tiene que montá papá”. Y te endeudas,  gastas,   te envuelves bajo los efectos del   nocebo para almas u n recipiente.  El aliciente  de    la época ,  en  la   rapidez, en  los cambios,  en el : “Te tiene que montaa papá”. “Fulano ta bien montao”. La edad de la competencia:  “ sutano  e un turpén míralo se montóoo".  En tiempos  modernos: “Como va sé Josecito que tu no tiene un carro, tiene que cómprate un carro, coño mano