La Historia de Amelia Y sus encuentros Con Csanmartin

Las flores y Trina María Una plantación de Trinitarias decoraba el frente de la Casa de Trina María, la comarca se engalanaba con las rosa-ditas, cuidadas como las hijas primeras de Trina: Ella había heredado el gusto por cultivar y   adorar   las trinitarias de su padre titilan el viejo. De baja estatura, una sonrisa que cada tanto ponía en evidencia los hermosos dientes blancos de la negra Trina María, la mayor parte de esas sonrisas las provocaban las hermosas Trinitarias.    La esquina de la casa de Trina , era referencia en kilómetros a la redonda y a la cuadrada también, por la   hermosa vista; referencia para caminantes perdidos, punto de encuentro. Una mañana como de costumbre, Trina María salió al patio a regar sus Trini como les decía; conversaba con ellas, sabía si estaban triste, felices, falto de cariño o caricias, eran sus consentidas. Una lata de aceite crisol, con muchos hoyos   era la regadera, esta   le permitía dividir el agua y regarla

Entre   primera, dos, tercera, central  Santa Clara, respaldo, Santiago, Venezuela y Puerto Rico ,   en la demarcación que hoy es ensanche, muchos mundos se juntaron,   historias comunes: añejadas en el foso   de la cotidianidad en la margen. Entre    primera, dos, tercera, central  Santa Clara, respaldo, Santiago, Venezuela y Puerto Rico.  Nombres que repiten,  sueños; Conexiones directas entre; pasado, presente y la siempre vacanería de esta orilla: Veneno Come moro Mofle Duarte París Pérez Reyes Corbata  Foquito y Radiadores Los  Tony. Entre    primera, dos, tercera, central  Santa Clara, respaldo, Santiago, Venezuela y Puerto Rico. Como el hilo que une los cortes de tela,   para formar una prenda: h ilo común que los hilvana. La legión de los Tony en sus diferentes facetas irrumpen en   la barriada dando espacio y legitimidad al pasado, presente y futuro.

Karen Spencer  La casa estaba hecha de cartones, maderas viejas y cobijada con  zinc encontrados por allá y acullá ,la puerta  armada con los restos de tanque viejos  y latas de salsa de tomate. Cada cierto tiempo se escuchaban los gritos del  casero: "Mi cualto coño: Cuando no la hacen a la entrada, la hacen a la salida" "Mi cualto coño o llamo la camiona". De baja estatura, la barriga enorme   y el malhumor de aquellos,  que se llenan los bolsillos rentando  cuartuchos a empobrecidos transeúntes , muy de turno ,  transnacionales ; habitantes del deseo de vida. trashumantes .... La casa tenia  forma alargada, por dentro dividida con cortinas de muchos colores,  enseres colgados y trapos sobre la cama,  en una esquina un pequeño altar con velones . Un gran  promontorio parecía  la habitación maltrecha y llena de trapos.  Maria Ilua años atrás, había llegado  de una comunidad muy al norte, en la difusa linea que divide un país y otro. &quo

Luces de muchos colores. La roja mi favorita. El peje con su cigarro en el pico. Media noche; bachata, merengue, salsa y la negrada. Y al otro día… Sujeto. Verbo y predicado. De caqui y azul:Con los pelos que parecían lambidos por una vaca; Con la gomina y el desrizado; e videntemente no nos hacía bien, pero había un forcejeo protocolar allí. Encontrábamos vasos, la barra caliente y un tufo a gozadera . ¡La mítica primaria! Y por la noche…. Mala mujer no tiene corazón, Mátala, mátala, Mátala…. No tiene corazón mala mujer Mátala, mátala, Mátala. El menoreo, desacatao , zozobrando las noches , Dando carpeta y piquete. Y al otro día; así hasta el fin de los tiempos; como trashumante, adaptados, adaptándose; La primaria y la primigenia escena del baile y el ratataismo noventero, haciendo sinergia en plena ciudad, resistiendo y dando cátedra de multiculturalidad.

Aquella a la que cuatro tigüeres le salieron corriendo en la plaza de la bandera. La del navajazo a junacito bebe trago cuando este le agarró la nalga en la Carreta. La que le volteó la bandeja de fritura a Quico por sucio y luego montó la de ella dando garantía de calidad, sabor y la nombró; Disco fritura Jociquito de oro. Muchas mujeres me habitan. Esas que se levantaron día por día a cuidar viejos en el hospital de la ciudad y luego vilipendiadas por radio bemba; “esa, esa salió a rapà, dique a trabajà” . Y luego…. La trompà , El ojo morado, Con la boca partida otra vez a trabajar. Hablo de mujeres; que saltan charcos, vuelan paredes, encuadernan libros, beben tragos. Con el escote pronunciado, la falda hasta el galillo desarman tiguere . Atetadas en un callejón por un proxeneta barato,chapeadas de cariño por chulos de tercera. Mujeres que vibran, que beben, fuman y quieren hasta por

“Un día llegué de Samaná y encontré el patio desbaratado, mi casa no existía, miré donde el chino y no vi las canteras, la hortaliza no existía, el piso de mi casa lo llevaba un tipo en los hombros".  "Llegó el desalojo y me dije ; los hombres no lloran.  Nunca lloré, pero  tengo 27 extrañándolo todo". Nos rompimos por dentro y por fuera , nunca nada fue igual; hoy busco en aquellas calles, ya nada me completa , es una sensación parecida al exilio; como estar pero no ser parte. !Pero llegué primero!. Era todo escombros y   a un monte inhóspito fui a parar . "27 años después mis hijos me recuerdan cuando los martillos grandes llegaron al lugar  donde hace muchos años fuimos la tribu".  Muchas generaciones pasaràn,  muchas han pasado Nadie   olvida cuando   todo dejó de existir. " De donde manino   pa ya era otro mundo". Reparación en aquellas calles. !El dinero trajo dolor! Las mujeres más lindas estaban allí.

Haciendo ceritos en la pista   Helena; la más cumbanchera, la matrona, la ma montra. 70 años después, con el altar   encendido, recuerda : "A pico e botella. No cogía esa, no barajaba pleito.   Con mi cinco muchacho, las compañeras y  las noches que nos amparaban,  bregando por las callejuelas de una herrera que eplotaba . Los cinco muchachos , dejaron de serlo. las barras  no me quitan mi "tumbao" La dueña del motor, la ma velduga , del 9 al 12, del 12 al 13  Una madruga de aquellas; - Vamo a baila, mamasota No,   viejoeldiablo Aqueroso -Tu verá, coño,    Retrechera,  Viralata, orillera . Desde la " Carreta hasta el Petitt Chateau"  por toda la Isabel Aguiar  se escucharon     los gritos de  La compañera; otra que era muy montra, muy vacana . Helena soñaba con pasarle la faja de tigueraje y cumbancherismo. Al día siguiente todos decían que Tito el guachi la había arrastrado por toda la zona ; Tierra de tod

En barra, en la bicicleta de Stalin. por la  bajada de Redames. Escuchamos en una guagua anunciadora.   Vota por peña   el presidente, vota por peña es si e´ gente- Salimos huyendo, felices por las calles de un barrio que comenzaba a formarse. Nunca fue presidente. Para esa época, mi madre, incrédula de los partidos   políticos luego de que en sus años primeros viò: al profesor   sentado en una piedra en aquel lugar inhóspito en el sur.   Luego los helicópteros.  Y una bandera blanca para la cabeza del puente. !Nunca fue presidente!. El himno nacional a las 12 del medio día. Los haitianos nos invaden. Los diplomáticos dejaban   los buenos modales,  inoportunos comenzaban a ser. Que los negros . La camiona en el barrio . "Josè Francisco Peña Gomez; en tu bemba aterrizaran los aviones"  Como explicar, que eso lo escuchè en la escuela - !Nos invaden! Que pactaron, que un

Uno de esos días del invierno forzado en la isla, llegaste a la casa. Una casa muy mía. A mi imagen y semejanza:  tallada, Armada  Organizada Libros por doquier, botellas de romo malo, colillas de cigarro ,  las gomitas de látex regadas por todas partes, la cocina llena de platos de la última fiesta y ropa sucia como de un mes . Por esos tiempos hablabas de libertad, el nuevo orden a la hora de relacionarse, que abajo el patriarcado, que los hombres y mujeres debían ser aliados en la lucha para desmantelar esta sociedad que les oprime  y no las deja ser. Había un panti   arriba de la mesa de noche, manchado con sangre menstrual. Empujaste la puerta acto seguido dijiste: ¡Que maldito chiquero es este! ¡No parece la casa de una mujer!

Un día lo confesé todo       Amparada en mi presumida   inocencia,también en el deseo irrefrenable de sacar    afuera lo que no podía contener, eso que se humedecía y de una buena vez tenderlo al sol  . Sin importar lo que hicieras con eso. Lo dije Lo escupí Lo vomite Lo saqué Y oxigené ese vapor,  esas ganas , ese sabor  . Sin importar lo que hicieras con eso. Comenzaste a joder con la vaina esta de , que si, pero no , de  que yo no, pero tú sí. Nunca lo dijiste con la boca,  más bien con el “caminao.” Que tu eras bacano. Yo no. Que yo no era bacana. Tu si. Y seguía sintiendo, que no me importaba lo que hicieras con eso  Y te volviste un maldito lío. Hoy creo que ni tú mismo le llegaste a la gestualidad, al cuerpo y lo que con tus manos   decías. Parecía se gobernaban solas aquellas manos  ,  algo mas allá de ti daba las directrices, el camino a seguir . Te miré en lo verdadero divareo. Represivo Obtuso co

Francisco Oller                                Todas las madrugadas escuchaba el tren con la caña , veía las luces , muchas veces sentí que desmontaban la caña. Cada vez que venia del colegio con los amiguitos me iba monte adentro por las orillas del río Haina a ver los rieles. Siempre me pareció extraño que se veían viejos, oxidados,   como si hace años no pasaba el  tren con la caña por ese lugar, por las noches lo escuchaba me parecía una locura. Entre los montes inventábamos historias acerca del tren y el hombre que lo manejaba por las noches. Eran tiempos difíciles, comenzábamos a ser un lugar habitable y las malas lenguas decían que bajo las casas habían huesos de muertos enterrados por la dictadura, que en las calles aparecían cadáveres con flores y las brujas se habían chupado al primer baquini del lugar. La carajitada  rumbo sur, por el potrero 15, entre mangos,   maleza, bosta de vaca y los hongos alucinógenos que le crecían arriba , con la ilusión de d

    Carolina Cuadrillero A Marialina  le gustaba mucho;  contar historias y  que le hicieran cosquillas. Quizás las dos cosas, desde lontananza imagino que  estas actividades mitigaban su difícil existencia . En un pueblo perdido, donde cada tanto pasaba el tren cañero le tocó vivir, en su cabeza imaginaba el hermoso lugar donde nació, donde junto a sus padres fue feliz justo antes de ir a vivir con los abuelos en aquel lugar . La zona cañera; Con sus alegrías y miedos , Tristezas y diferencias. Por aquella época las oscuras calles, los misterios que venían de otros lugares como pasajeros en el tren y la falta de energía eléctrica tenían a los niños asustados. Marialina  creó una estrategia  para mitigar el miedo  por los muertos que aparecían en los cañaverales;  sin cabeza y flores en la mano. sin brazos sosteniendo con los pies el machete. Ella  ideò una estrategia para las noches en aquel lugar . Contaría cuentos a los  niños,  pero,   la  condi

Fundación José Félix Llopis Un poco condiciona el termino frontera, de igual manera pienso y valga la redundancia, que se piensa solo existe un tipo de frontera,  esa que se da entre países. Colocada al costado oeste del balcón colectivo, mirando por encima de la Isabel Aguiar, identifico con los sentidos otra definición de frontera; es gráfica y sensitiva a la percepción . Maquinas esparciendo humo,  Luces que confunden a la vista  Grandes edificios,  Industrias, "Los ruidos de quienes prometieron progreso para habitantes de esta orilla" Y al otro lado; Drink, bares , colmadones ,  Comercios de cuerpos y carne, Comercios pequeños, subsistencia , boroneo, cheleo, biruteo,  Las calles llenas de autos, los mecánicos repletos de grasa y en una esquina la fritura . Bachatas de Ramón Torres,  Tigüeres  voceando.  Como limite; la avenida   línea económica e imaginaria para marginales que divide y