De donde se mueve la vida
Las odas al pasado de luces sobran. La composición poética de los que encallan soy.
Las alabanzas a la fantasmal
estirpe, que les antecede: más bien delirio, deseo imaginado en
este presente de añoranzas. No soy estrella , ni hija, ni nieta de ilustres. Soy prieta, barrial. Vengo de los recónditos callejones, de barriadas sitiadas; del linaje de borrachos delirantes: noctámbulos de barras,
paseadores de media noche.
Del oeste, el sur, de callejones sin salida. 30 kilómetros pa dentro: marginales iletrados, oradores etílicos, amiguitos indeseables del Dios de la
fiesta y el bembé , orates de media noche. Soy de donde el humo, las armas largas
empujan sueños, evocan pasados . De la sentida siempre fiesta de esta orilla y olor que despide la butifarra a la media noche .
En mí, legado de años a ritmo
de la música en los “carrandales”, por
los suburbios, al son de poesías cotidianas , muchas vidas fundidas en esta orilla.
Las apologías de descendencias resplandecientes, héroes y estatuas me me son ajenas. Vengo de las esquinas de donde se mueve la vida.
Las apologías de descendencias resplandecientes, héroes y estatuas me me son ajenas. Vengo de las esquinas de donde se mueve la vida.
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