Dramas de una princesa vacana 2
"En este punto no sabia lo que tenia".
Cada vez que el
profesor de Matemáticas entraba al aula de cuarto año de bachillerato en el Politécnico las América yo sentía un estruendo en mi corazón y es que mis encuentros con esta materia trascienden a un pasado tormentoso y lejano.
En la primaria me ponía histérica cuando veía los números,
sentía que no podía, que el mundo se derrumbaba a mis espaldas, a menudo me
parecía que la locura se apoderaba de mí, luego de gritos, peleas, con mi
padre, mi hermano, o algún tutor resolvíamos la ecuación y los mareos pasaban.
Siento que esas sensaciones determinaron todo lo que haría luego, en la universidad y en mi vida.
Al llegar al bachillerato la situación no mejoraba, siempre
era víctima de los profesores o profesoras, quienes no entendían tremenda brutalidad y aquel pánico
irracional, y me referían a los psicólogos de la escuela quienes tampoco podían
hallar la solución a esa posesión maligna.
En medio de las risas de muchos compañeros matemáticos eruditos y la
benevolencia de muchos otros, que, sin ellos no habría salido del bachillerato
llegué al final de aquel proceso difícil.
Pasado el tiempo de decirme sinvergüenza, animal del monte , que no sabes cual es tu derecha y cual es tu izquierda, que nunca te sabes orientar , que
los números son fáciles y que son como la vida, y que otras vainas.
He descubierto tantos seres humanos pasando la misma
travesía, la misma desesperación que yo Y me pregunto ¿Esto tendrá algún
nombre?
¿Seremos una legión de seres no matemáticos que vino al
mundo a algo especial?
Pasado el tiempo sigo transitando ese mismo trayecto difícil sin poder entender mucho.
26-1-2012
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