Cotidianidad 1 Junto a la música y el bembé, el hollín se hace visible en las fiesteras calles y en los recónditos callejones de un entorno confinado, cuando la noche cae. Industria Oferta Demanda Competitividad Y nos descubrimos experimentos: los cuerpos raquiñosos de esta orilla no conocen los informes de impacto ambiental. !Se esfuerzan por respirar! Y a la par con los camiones esparciendo el humo, la masa se rasca la espalda con la derecha y con la izquierda meten la mano en la bandeja de la fritura de la esquina caliente, beben trago y olvidan la piquiña de los 5 minutos atrás, el ardor en los ojos, la psoriasis y el cáncer de la abuela Julia. Las promesas de progreso se han constituido en la plaga de esta orilla, la pestilencia. Cotidianidad 2 Las ropas mojadas en los cordeles de los improvisados edificios: el hollín, el drenaje y todo lo que oculta en su interior.
Estoy buscando canciones para este momento de mi vida . La banda sonora: resonancias de la época nueva. De tugurio en tugurio. Canciones que den ritmo a este intervalo Con los pies en la tierra. El corazón en la mano y el gusto en las terrazas del disfrute . Busco canciones, desesperada, esperanzada. Y, aunque quisiera hacer un ensamble con las viejas tonadas ya no, ahora vuelo, bailo bajito. Utilizando la vieja estrategia; de bar en bar sigo buscando canciones. Con la botella bajo el brazo, la cabeza y el cuerpo aromatizado , hojas de ruda y aliento de albahaca . Busco nuevas canciones. Zapateo, retozo con los sonidos por los callejones de la ciudad. Nueva sonoridad, para bailar al son de esta edad.
Aquellas noches el alcohol fue vertido en la herida, 21 copas de vino. Una herida profunda; como un tumor maligno propagado por las vías sanguíneas, aquella noche hizo metástasis;una explosión desde lo profundo del hígado, 21 botellas de romo: el alcohol estaba cociendo al estilo de los puntos de sutura, la herida de todos los tiempos. Aquel boquete producía el alcohol. Aquellas noches a sangre fría recorría como el agua del canal Donde nos bañábamos cuando éramos niños; por cada fisura, cada parte del cuerpo, un mandato acuoso revelado desde otra dimensión.Una boca imitando el alambique . 21 botellas de cervezas: El alcohol fue arrojado, por el despeñadero en el que nos convertimos. 21 botellas de Tafia : El alcohol estaba suturando la herida.
Comentarios
Publicar un comentario