Cruce de Caminos



Cuentan las viejas de la comarca, que las dos mujeres salieron huyendo al mismo tiempo, corrían despavoridas.

Clara corría, veía seres de otros mundos, la perseguían, la casa espaciosa se le hacía pequeña,  la polvorienta calle le asfixiaba, tenia el privilegio de nacer de manos de médicos, estrenar el primer  hospital de la comunidad, aveces rememoraban esta hazaña los viejos , ella siempre exclamaba ! de que me ha servido!.

Aquella tarde sintió que el sol le quemaba la molleja, volvía de los montes hambrienta, cansada, molesta, con la cara color azabache,  al ver los fogones apagados perdió el sentido y Salió corriendo.

Por su lado Ana de los remedios venía con la leña en la cabeza  cuando Onorio Sena llegó a la casa, este siempre malhumorado cuando volvía de los conucos , después de varias botellas de cambulè  estaba como un tizón encendido, pateándolo todo  a su paso, Ana de los remedios con la leña en la cabeza vio  al borracho que iba hacia ella, soltó la leña y salió corriendo.

Cuentan  las historias que todo el pueblo salió tras las mujeres,  que iban fuera de ellas, como poseídas por un espíritu malo, una mala hora, algunos solo corrían  para saber que sucedía , en el camino se iban tejiendo historias posibles ,  con el tiempo  los hechos de aquella tarde caliente tomarían otro rumbo.

 Los vecinos  sentenciaban  que chocarían en el cruce de caminos y esto debía evitarse a toda costa, “los cruces de camino son puntos pa encontrarse, pa llegar ,  pa irse pal otro lao dictaminaba La toti  muy preocupada .

Todo el pueblo alborotado por la tragedia en ciernes pensaban posibles soluciones para detener aquellas doncellas poseídas por espíritus, que,  en la frontera andan, vuelan, corren como pedro por su casa. Espíritus de aquí y de allá.

Mientras el pueblo conferenciaba sobre las mujeres, el destino y las razones,  Secundino: hombre servicial, con mucho temor de Dios y respeto `por las ánimas del purgatorio tomó una decisión: corrió al cruce de caminos se paró en el medio a esperar las dos mujeres que como dos gazellas corrían. Clara y Ana de los  remedios colisionaron con Secundino que  desde ese momento pasó a ser Secundino el cojo.




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