#WanabeChopa #MachorraBarrial: Cuando los espacios se vuelven cárceles 2


Pamela Awad


Comenzaron las tribulaciones  existenciales,  ya no tenía la libertad que quería,  aquella vida social  que antes tenía, descuidó algunas cosas entre ellas el pelo y como una forma de quitar cosas  y buscar otra , un  día se rapó en caco.

Aquello fue la hecatombe 

El fin de una era

 El dato

La huella

La prueba irrefutable de que era,  no una machorra, ahora era públicamente la  lesbiana y una cosa rara, mirada que traspasó las paredes de la escuela de teatro.

Se hacían reuniones para comentar sobre el  desequilibrio mental.

Algunos planteaban que se había metido a una secta rara, otros más sabios aseguraban que, como  había hecho un viaje años a tras a Cuba le  habían lavado el cerebro y ahora se creía la reencarnación de Celia Cruz,  pero,  sin peluca.

En las calles del barrio murmuraban: es una  la loca frustrá: “eso fue el  arte tu sabe la gente  llega a arte y se pone  loca”

Un día de aquellos se acercó un evangélico diciendo que aquella  perturbación se debía a una posesión diabólica, por no buscar de Dios.

Alrededor, empezaron a tejer historias, de ovnis, cubanos, tríos nocturnos, flagelaciones, cruce de cables, encuentros cercanos del ercer tipo .

 Tener la cabeza pelada causó tanto trauma en quienes la observaban, a las personas le causaba pena, dolor, vergüenza, claro a la gente, pero no a la de la escuela, para aquellos seguía siendo la misma machorra,  solo que tenía la cabeza pelada.

Días confusos,

Divertidos,

De expresión a todos los niveles para quien comenzó a ver y escuchar otras cosas.

¿Y aquella maestra  empezó este  cuento?

Esa señora ni la miraba, le parecía un ser de otro planeta, equisss " esto no es para todo el mundo nena"

 al final le aprobó la materia, 

si aquella profesora  la hubiese recordado no estaría tan campante contando la  historia.


6 de febrero 2012




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