El portazo
Fue justo aquel día, ese día cuando
me di el portazo con la puerta del Drink de la Gómez que comprendí todo lo que sucedía,
aún así lo guardé para mí no lo entendía, no lo podía creer.
para ver positivamente mi vergüenza siempre me digo a mi misma: descuida chica las puertas tienen un bonito simbolismo pues entras y sales, abren y cierran.
Lo cierto es que mi cuerpo negro, insular
y caribeño no registraba aquel dato, una prueba más de aquella mirada, cuerpo y gusto colonizado, colonizado por prejuicios, por la negación de lo que realmente es, la vergüenza
de una vida forjada a punta de raíces y cosas muy negras y la necesidad de validación .
Ese día me di tremendo portazo, muchxs lo atribuyeron a las
5 jumbo que me había bajado desaprensivamente y a la decepción que venía camino de la Santiago a recogerme
y hacer fiesta.
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