No quiero dejar de jugar
Dejar de vivir
Dejar de soñar
Dejar de mirar
Dejar de sentir
Dejar de amar

Son tantas cosas que no quiero dejar de hacer, a veces las tristezas hacen una romería hacia tu vida y se mira una metida en un mágico baile con la desidia una especie de ritual de soledad. Dolores viejos y nuevos que terminan en nada, esa nada en la que solemos meternos  y de la que es difícil salir.

Yo quiero amar
Besar
Fluir
Pensar
Comer
Bailar,
Olvidar

Parar ese baile con la desgana y volver a la bonitura de existir

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